viernes, 26 de junio de 2020

Reseña del libro "Otá-Okán". https://ellibrodurmiente.org/ota-okan-luis-esteban-ramirez-cabrera/

“Literatura Cubana” por Álex Cardoso.

No todos los libros que traigo de La Habana los compro en cuanta librería o polilla me encuentro por las calles. Este que comparto hoy me lo regaló mi tía Sonia después de recomendarme su lectura varias veces. Desde aquí le doy las gracias por tan buen regalo.

Otá-Okán es un libro lleno de color, de aroma y de vida, de una vida por la que transitaron los negros esclavos que arribaron a las costas cubanas a bordo de toda clase de barcos. Capturados primero por otras tribus enemigas, eran llevados a la fuerza a bordo de los navíos, donde se hallaban a merced de peligrosas travesías en las que a veces desaparecían aquellos buques con toda la carga humana e incluso la tripulación.

Miles de hombres y mujeres se enfrentaban de esta forma a un mar infinito en el que sentían cada vez más lejos su África natal, una masa de agua que llenaba todo el horizonte, borrando, con el paso de los días, cualquier esperanza de volver. Un océano que los trasplantaba a una isla a la que, tras pasar el tiempo, ellos llegaron a amar como a su propia tierra, descubriendo en ella la naturaleza mística y sanadora de sus plantas, los nuevos frutos del rico suelo y el clima benigno. Abrazaban así otra tierra santa donde dejaron la profunda huella de una cultura y una religión sin las que hoy por hoy no se concibe la identidad del pueblo cubano.

Es esta una novela que va mostrando los avatares de aquellos esclavos desde el siglo XVIII al XX, y lo consigue a través de un joven procedente de la tierra de Oyó que desembarcó en Cuba por las proximidades de Jaimanitas el 9 de Julio de 1759. Ibaomí -el nombre de nuestro guía-, iba junto a otros trescientos negros que eran denominados en su conjunto como la «carga de ébano».

Ibaomí fue rebautizado como José Oyó en cuanto pisó tierra cubana. A los pocos días de su llegada conoce también, por la anciana esclava ña Mercé, un vaticinio que se cumpliría a lo largo de varias generaciones de sus descendientes. Una profecía de esperanza, pero también de gran sufrimiento.

Nuestro personaje nos lleva de la mano por los quehaceres cotidianos de los negros en los barracones. Deja que veamos con sus propios ojos el trabajo en las plantaciones de la caña de azúcar, en los cafetales, en el servicio doméstico, y también las diferencias entre la vida esclava que bullía en los campos y la servidumbre establecida en la gran ciudad.

Vivimos junto a él los amores y las relaciones íntimas entre las mujeres y los hombres que compartían no solo la falta de libertad, sino también bailes, ritos y creencias. Conocemos, gracias a José Oyó, entre muchas otras cosas, los detalles del sincretismo religioso

En este libro, el cubano Luis Esteban Ramírez Cabrera, periodista, escritor e investigador folclórico, de manera didáctica plasma también, a lo largo de toda la trama, los diferentes acontecimientos históricos que convulsionaron a la mayor de las Antillas por aquella época, desde la toma de La Habana por los ingleses y su posterior canje por La Florida, hasta las sucesivas guerras independentistas en las que se enfrentaron cubanos y españoles en la manigua, a machete y plomo, con igual pasión y no menos valor.

Otá-Okán (Corazón de piedra) va mucho más allá de una novela. Es también un legado histórico que ayudará a comprender mejor las relaciones entre los negros y los blancos de aquel entonces, una clase magistral que pone la mirada en los conflictos que dividieron a aquellos primeros colonos españoles y sus propios hijos nacidos en la isla, ya cubanos de origen, criollos formados en medio de café y caña, sol e ideas independentistas. Nuevas generaciones con convicciones patrióticas muy diferentes a las de sus padres y que acabaron protagonizando, junto a los esclavos ya liberados, la lucha armada que culminó con la pérdida de aquella Cuba, a la sazón una de las últimas colonias del vasto imperio español.